El inventario, que debe ir anexo al contrato de arrendamiento, es un documento en el cual se deja constancia del estado en el que se encuentra el inmueble y los objetos que se encuentran en él. Este debe hacerse en dos momentos: cuando el arrendatario comienza a hacer uso del inmueble y cuando el inmueble es devuelto.

Para hacer un inventario de forma fácil y rápida lo mejor es que utilices un formato que contenga los datos generales como por ejemplo la dirección del inmueble, número telefónico, identificación y datos de localización del propietario y arrendador, fecha en que se hace la revisión y la entrega. Luego irá la descripción, número y estado de objetos y servicios como: cerraduras, armarios, interruptores, tomacorrientes, toalleros, lavamanos, duchas, lámparas, etcétera. Recomendamos apoyarse en la tecnología y hacerse un registro fotográfico y fílmico que puede entregarse en una USB y haga parte del inventario.

Debe ser elaborado al iniciar el contrato de arrendamiento. Las partes deben estar de acuerdo con el contenido del inventario; si existe una diferencia, esta debe agregarse en forma de anotación al contenido de este inventario. El documento debe ser firmado por las personas que suscriben el contrato de arrendamiento. Cada una de las partes debe conservar una copia.

Si en el inmueble existen cosas de valor o que se consideren muy importantes, puedes anexar fotografías de ellas y un valor aproximado. En caso de que alguna resulte afectada, el arrendatario tendrá claro cuánto le costará repararla o reponerla, recuerda que de no dejarse constancia del estado del inmueble la ley indica que se presumirá que el inmueble se entregó en regular estado.