Alquilar un inmueble es una decisión muy importante, hay muchos detalles que no se deben tomar a la ligera. Los términos y condiciones de la transacción deben beneficiar y proteger tanto al arrendador como al arrendatario, por eso es importante que se encargue una persona experta en temas jurídicos y en especial en contratos de arrendamientos. 

¿Qué debe tener un contrato de arrendamiento?

Según el artículo 3 de la ley 820 de 2003, este documento debe tener por lo menos los siguientes datos:

• Nombre e identificación de los contratantes.
• Identificación del inmueble objeto del contrato.
• Identificación de la parte del inmueble que se arrienda, cuando sea el caso, así como de las zonas y los servicios compartidos con los demás ocupantes del inmueble.
• Precio y forma de pago.
• Relación de los servicios, cosas o usos conexos y adicionales.
• Término de duración del contrato.
• Designación de la parte contratante a cuyo cargo esté el pago de los servicios públicos del inmueble objeto del contrato.

Prevenir antes que lamentar

Elaborar un contrato de arrendamiento les permite tanto al inquilino como al propietario anticiparse a los problemas que se puedan presentar.
Si en este documento quedan estipuladas claramente todas las condiciones del trato que se está realizando, es menos probable que en un futuro se presenten líos jurídicos y en caso de que sucedan, el mismo contrato será de gran ayuda a la hora de resolverlos.

Es necesario recordar que un contrato escrito es la mejor prueba a la hora de hacer exigibles derechos establecidos en el mismo.

Que no se escape ningún detalle

Asesórate de expertos en el tema, ellos pueden hacer proyecciones e informarte según diferentes variables si es una buena decisión invertir en ese momento y en un proyecto en particular. Si haces los trámites debidos tendrás una buena rentabilidad y aunque siempre hay riesgos en una inversión los puedes disminuir a su mínima expresión.