Convertir un negocio o por el contrario hacer de un espacio alquilado el lugar de tus sueños.Cuando optamos por una vivienda arrendada, queremos añadirle nuestro toque personal sin gastarnos demasiado dinero, aquí te contamos como convertir un lugar frío en el hogar que siempre quisiste.
Entorno para crear
¿Te molesta el color del inmueble que acabas de arrendar? No te angusties, puedes utilizar papel pintado (colgadura) o vinilos decorativos de quitar y poner, así cuando te vayas puedes dejar la vivienda tal y como la encontraste.
En tiendas de decoración podrás elegir entre cientos de diseños, estilos y tamaños, encontrarás opciones para todos los espacios de tu nuevo hogar, desde baños hasta habitaciones infantiles, todo está en tu creatividad, sin duda ¡una opción económica!
Brilla con estilo
Revisa la iluminación de todo el lugar. Cambia los bombillos por otros de más intensidad si lo ves muy oscuro o, al contrario, si quieres más calidez. Un lugar bien ambientado además de ahorrar energía creará la sensación de amplitud. Si la luz natural es uno de los fuertes de la vivienda, aprovecha para dejar las cortinas abiertas y aprovechar esto al máximo.
Un truco infalible
Si algún detalle del piso del lugar que alquilaste no te agrada, te damos una solución inmediata y además económica, compra una alfombra grande y de colores alegres para el lugar. Con ella lograrás que cambie el aspecto de este y también ganarás comodidad.
El reflejo de tu personalidad
En ocasiones arrendamos un inmueble que no nos parece lo suficientemente grande, para solucionar esto y crear un campo visual más amplio coloca espejos. Esto agrandaran los espacios, además, en muchos casos, son un objeto decorativo que reluce por sí solo.
Baño de lujo
Coloca unas cortinas que te gusten, opta por accesorios y toallas nuevas en colores neutros. Elimina todo aquello que te moleste a la vista y decóralo con complementos que lo realcen. Recuerda que aquí también puedes usar vinilos.
Sueños increíbles
Si realmente deseas sentirte fabuloso, debes vestir tu cama con sábanas de algodón. Mientras mayor sea el número de hebras, más suave será la sábana. Además, busca edredones de colores que te agraden, incorpora toques de color blanco, esto te induce a la tranquilidad, que es el principal objetivo. Usa este tono en las cortinas, o en los marcos de cuadros, o en el cubrecama.
Tips de decoración para arrendar un inmueble
El buen gusto es un factor clave para que puedas arrendar tu vivienda, otro es mantener tu inversión segura con una Póliza Integral de Arrendamiento.
Para varios gustos
Opta por un estilo neutro, a la hora de decorar no te vayas hacia tendencias demasiado llamativas o con colores fuertes, debes facilitar la vida a tus posibles inquilinos, ellos van a querer convertir este lugar en su hogar.
Clásico y elegante
Pinta tu inmueble antes de arrendarlo, te recomendamos apostar por la pintura blanca o colores pastel ya que hace que es espacio parezca más grande. Además puedes cautivar a cualquier persona, recuerda que no todos tenemos los mismos gustos. La idea es que el inquilino pueda darle su toque personal con complementos.
Detalles con estilo
Tanto el baño como la cocina deben estar perfectamente pulcros y limpios a la hora de ser mostrados a tus posibles inquilinos. Si alguna baldosa está rota es importante que la cambies, arregla los grifos y humedades existentes.
La limpieza es un paso necesario. Hay puntos conflictivos que no se suelen limpiar día a día, pero conviene darles un buen repaso antes de que los futuros inquilinos vayan a su nuevo hogar. En el baño, limpia bien las juntas de las baldosas y toda la grifería para que no haya manchas de ningún tipo.
Aunque parezcan detalles sencillos, estos harán que el negocio fluya más rápido, además te ahorrara dolores de cabeza en un futuro.
Calidad y tranquilidad
Si vas a cambiar los pisos, opta por aquellos que permitan tráfico de pesado a medio, esto te garantizará la inversión y evitarás arreglos en un largo tiempo.
Con el tema de la pintura de paredes funciona igual, busca la calidad ante todo, si eliges una pintura lavable, las paredes permanecerán perfectas mucho más tiempo y le aportarás una resistencia extra, especialmente en la cocina y el baño si no están enchapados. Así ahorrarás la inversión de tener que volver a pintar después de cada inquilino.
